[CRÓNICA] Una cita junto al mar
Me pregunto qué es el agua y me vienen palabras, y sobre todo sensaciones. Pienso en el agua y en su inmensidad, dentro y fuera de nosotros, y en la poética de su movimiento. La compañía La Soledad presentó en Cangas, en coproducción con la MITCFC, ¿Qué es el agua?, una pieza performativa para espacios no convencionales acerca de este elemento, encuadrada en la magia de la ría. La pieza formulaba un recorrido conectando con el paisaje, y en especial, con el mar, con una dramaturgia poética y visual. La propuesta de partida era muy interesante, el marco era excepcional, empezando en la antigua factoría ballenera de Massó y yendo por el paseo del Salgueirón, la playa de la Congorza, la playa del Medio y, finalmente, Areamilla; pero la experiencia se quedó en algo muy diluido.
La pieza arrancó en la antigua ballenera con Marc Caellas y Esteban Feune de Colombi leyéndonos unos textos acerca de la inspiración en David Foster Wallace para crear la propuesta, de la historia de Massó y también sobre lo que nos podría querer decir la ría, invitándonos a escucharla durante el recorrido, algo que no fue fácil. Había mucha gente y, al hacer un único pase tan concurrido, la presencia de ellos dos se sentía lejos, sin terminar de conectar con el público. Al no establecerse una atmósfera clara desde el principio, abundaban las conversaciones, no había cuidado por el espacio y no había un silencio y una conexión colectiva con la propuesta.
La dramaturgia estaba conformada por pequeñas acciones, desarrolladas por Marc y Esteban y otras personas invitadas, y algunas también por las personas asistentes, como cuando nos mandaron tumbarnos en el espigón y poner unas conchas sobre los ojos. Las acciones e intervenciones de ellos se quedaron en algo más intelectual que sensorial, a pesar de su interés, por esa distancia que se generaba. El momento del espigón pienso que fue el de mayor conexión con el mar, al hacerse el silencio y escucharse el viento y el batir de las olas contra la costa, y sentir la piedra bajo el cuerpo; pero enseguida acabó. Luego, Esteban nos leyó palabras que empezaban por “mar”, en una acumulación interesante que nos hacía tomar consciencia de ellas y de sus implicaciones.
Destacó especialmente la presencia de Corinne Spitalier y su hermosa danza a la orilla del mar, así como su intervención corporal en la arquitectura de la antigua ballenera, no exenta de un gran riesgo, y también la de la actriz Deborah Vukusic, que conectó con el público en la laguna de la Congorza, contándonos datos y anécdotas acerca del agua, aunque la cantidad de personas que había dificultase la recepción. Enriqueció también la pieza la participación de la A.C.F. Tromentelo, así como la de la Escuela de Teatro de Cangas, que crearon estampas hermosas.
Y, fuera completamente de tiempo, ya que la propuesta se alargó cuarenta minutos más de lo previsto, en Areamilla cerraron la experiencia con una ofrenda a la deidad orisha Yemanyé, pero sin acabar de generarse la conexión que un acto así debería requerir. ¿Qué es el agua? es, por consiguiente, una propuesta con muchas posibilidades, pero que en Cangas acabaron diluidas.