Marc Caellas: "Cangas es un festival para los sentidos. Las ruinas de Massó, combinadas con la belleza de esta ría, es un escenario soñado"
La Compañía 'La Soledad' fue creada en Bogotá en 2013 por Marc Caellas y Esteban Feune de Colombi para desarrollar proyectos teatrales y de performance en espacios no convencionales. Marc Caellas (Barcelona,1974) es escritor, director de escena y comisario de proyectos culturales. Esteban Feune de Colombi (Buenos Aires, 1980) es poeta, actor, fotógrafo, editor y performer. Viven y trabajan en distintas partes del mundo llevando con ellos su genial y particular manera de entender el arte. En Con Marc Caellas hablamos sobre Cangas, el teatro, su proyecto teatral y también sobre sus libros.
P- No es la primera vez que actuáis en Galicia. ¿Ya conocíais la Mostra de Cangas?
R- Es nuestra cuarta vez en Galicia en tres años. Participamos dos veces en el Escenas do Cambio, en Santiago de Compostela, con tres propuestas muy distintas, y una en el Fóra de Mapa, un festival de Ferrol que toma espacios abandonados o temporalmente cerrados para convertirlos en escenarios efímeros, zonas temporalmente autónomas y poéticas. No conocía la Mostra. Ha tenido que cumplir 40 años para que nos la presentaran. Nunca es tarde.
P- ¿Cómo ha resultado la experiencia de coproducir ‘¿Qué es el agua?’ con la Mostra?
R- No siempre es fácil encontrar programadores que apuesten por propuestas que se salen de la seguridad de la sala o de una dramaturgia fija. Con María Armesto (directora artística de la Mostra) encontramos una cómplice entusiasta y todo han sido facilidades. Estamos aprendiendo muchas cosas. Ayer, sin ir más lejos, la arena de la playa nos contó que la ría es una vieja poeta de la naturaleza…
P- Junto a Esteban Feune de Colombi creaste hace 10 años la compañía La Soledad para desarrollar proyectos teatrales y de performance en espacios no convencionales. En Cangas nos “sumergiréis” en el medio acuático. ¿Qué otros espacios habéis investigado hasta el momento?
R- Nos interesa trabajar la idea de paisaje en las obras. Lo propio del paisaje, a diferencia de un territorio, es la existencia de un punto de vista, un observador. El paisaje presupone alguien que lo mira. Sin esa condición, sin ese alguien que lo mire, no existe el paisaje. Ese alguien es el espectador atento al que apelamos y al que movemos en determinados lugares para enmarcarlo poéticamente.
P- También con Esteban Feune de Colombi has escrito ‘Dos hombres que caminan’, un “artefacto literario” que recoge veinte singulares rutas a pie. ¿Adónde queréis trasladar al lector?
R- Pensamos la deriva, el paseo, el caminar como herramienta ética y estética. Quisimos trasladar una cierta idea de movimiento. Conseguir que el lector se trasladara a esos lugares físicos o mentales que transitamos. Logra que caminar un amanecer sea tan corporal como caminar una ruta suicida.
P- Y ya en solitario, publicaste hace un año ‘Notas de suicidio’, las últimas palabras que algunas personas dejaron antes de morir. ¿Cómo se te ha ocurrido reunir los testimonios de artistas en el momento extremo en el que se enfrentaron a la vida y eligieron la muerte?
R- Me interesaba investigar el lenguaje que utilizaron toda una serie de creadores una vez tomada la decisión de salir de este mundo. Son textos muy distintos, a veces son una carta de amor, otras un testimonio artístico, otras un reclamo...
P- Aunque el suicidio es la primera causa de muerte externa en occidente, sigue siendo un tema tabú. ¿Es necesaria una reflexión para afrontar seriamente el asunto?
R- Es necesario hablarlo, escribirlo, representarlo. Hay que mirar a la muerte cara a cara, y hacerse amigo, dialogar con ella, entender que estamos vivos temporalmente, en una transición entre otro tipo de existencia.
P- Siguiendo con las artes escénicas, la propuesta que nos traéis a Cangas tiene el mar como escenografía y como banda sonora. ¿Con qué nos vais a sorprender?
R- Preguntarnos qué es el agua no es muy diferente a preguntarnos por el sentido de este caos que es la vida. Y esto me recuerda a cuando era niño y me preguntaba si era posible enviar un paquete de agua por correo. Imaginaba a mi destinatario abriéndolo y recibiendo el pequeño diluvio en su regazo. El problema es que nunca nadie me explicó la manera de envolver medio litro de agua en un paquete de papel... Hay una idea del agua como elemento que puede salvarnos del sufrimiento. El agua tiene el poder de limpiar y nosotros le atribuimos algo más: el poder de curar.
P- En cada lugar, el resultado escénico es una pieza completamente distinta, adaptada al lugar, a su realidad y a su relación con el agua. ¿Qué ofrece de especial Cangas y el entorno de la laguna de A Congorza?
R- Cangas es un festival para los sentidos. Las ruinas de la Massó, combinadas con la belleza de esta ría, es un escenario soñado. Si a esto le sumamos que nos hemos encontrado con colaboradores de alto nivel como Sara, Sonia o Déborah, artistas que se implican y comparten generosamente su arte, pues la obra ha engordado sin perder un ápice de presencia.
P- ‘¿Qué es el agua?’ es la primera obra de una tetralogía que vuestra compañía tiene previsto hacer sobre los cuatro elementos. ¿Por qué habéis elegido esta temática?
R- En El sutra de las montañas y los ríos, de Ehei Dogen, un maestro budista japonés del siglo XIII, se afirma que el agua es la encarnación del principio de iluminación, por cuanto la forma es vacío y el vacío es forma, la forma está vacía y se trasciende cuando se hace real y aúna momentáneamente, en su seno, tiempo y espacio. Es por eso que en los jardines japoneses encontramos siempre una pequeña corriente de agua, discreta, que en determinado momento forma un estanque y luego sigue su curso. He aquí cómo debería ser nuestro arte, el estanque y la corriente, no el estanque solo y la corriente sola, sino el estanque y la corriente juntos.
P- En vuestros espectáculos conjugáis instalación, teatro documental, poesía y danza. ¿Cómo es la reacción del público?
R- Creo que hay un espectador curioso al que le importan muy poco el género o la etiqueta de una propuesta, al que le son ajenos estos debates, en muchos casos estériles, sobre la “identidad” de una obra. Son espectadores que agradecen estos intervalos de vida en los que la poesía y la belleza son lo único que cuenta.
P- Animamos a ver el espectáculo ‘¿Qué es el agua?’ porque…
R- El agua es sexy.