Violencia de género, colonialismo y racismo en la nueva versión de ‘Feísima enfermedad y muy triste muerte de la reina Isabel I’, de La Calórica
Para celebrar sus primeros diez años de vida, la compañía teatral La Calórica decide recuperar su primer espectáculo, ‘Feísima enfermedad y muy triste muerte de la reina Isabel I’. Esto ocurría en 2020. Cuatro años después, esta hilarante tragicomedia histórica llega a Cangas con el elenco de la primera versión; Xavi Francés, Aitor Galisteo-Rocher, Esther López, Marc Rius, Júlia Truyol y Carla Rovira, con la que hablamos. Un éxito de aquel entonces con el saber y el sabor escénico de hoy.
- ¿Qué va a ver el público?
Es una obra que trata sobre los últimos días de la reina Isabel I. La idea es explicar cómo una reina encara el delicado momento en el que ve cómo su proyecto se derrumba y vive sus últimos días sin saber quién la va a suceder en el trono. Entonces, hace lo posible para seguir manteniendo el poder. En definitiva, la obra trata de la dificultad del poder para renovarse. De lo ridículo de aferrarse al poder y pretender que un gran imperio se perpetúe. Y todo tratado desde un humor grotesco.
- ¿Cómo nace la idea de realizar este proyecto?
La idea nace hace ya 15 años, de hecho, es el primer proyecto de la compañía. La Calórica nace en el Institut del Teatre de Barcelona, en el final de carrera de un grupo de amigos. En aquel momento, nos parecía interesante enfocar las grandes obras. Veíamos que estábamos cojos de grandes dramas y tragedias. Soñábamos con hacer un Shakespeare con la monarquía española. Se trataba de un ejercicio tanto estilístico como de contenido. Entonces pensamos, “vamos a escribir como si Lope de Vega o Calderón de la Barca lo tuviesen hecho”.
- ¿Cambió mucho esta versión de 2020?
La verdad es que no cambió demasiado. Sigue siendo bastante fiel a la obra original. Se añadieron un par de escenas para mejorar la contextualización. Son cambios que reflejan lo que aprendimos en estos 15 años que se pueden vincular al presente. Por ejemplo, ahora se recoge una escena de violencia machista entre Felipe y Juana. Y también se incluye otra sobre la historia colonial y racista de la Corona de Castillla. La historia es tal cual la de 2020. Pero aprendimos a situarla y a situarnos. En el fondo, se trata de recuperar la historia.
- ¿Por qué la compañía quiso recuperar ‘Feísima enfermedad y muy triste muerte de la reina Isabel I’?
Ahora La Calórica tiene mucho más reconocimiento. Queríamos que aquello que fuera tan chulo e guay llegara a más gente. Para esta versión, se renovó el vestuario y la escenografía. La
economía ahora permite hacer estas cosas.
- ¿Cuál crees que es la clave de la fama de La Clórica?
La Calórica forma parte de una nueva hornada de compañías que nace en Cataluña en los 2000. Sale y crea una trayectoria con una validez artística que permite que llegue a más sitios. Son un poco la herencia de las compañías de los años 80 y que puede salir en un mar muy precario, tanto en Cataluña como en España. Hoy en día goza de una gran legitimidad artística.
- ¿Cómo es el público de La Calórica?
Es un público muy ecléctico. La compañía consiguió crear un fenómeno fan. Hay mucha gente que va a querer ver todo lo que hace La Calórica. En sus espectáculos, consiguieron afianzar a un público.
- ¿Qué crees que tiene esta compañía para crear esta respuesta?
Tienen un amor por el teatro increíble y esa es clave en su triunfo. Todos sus miembros son excelentes y detrás hay mucho trabajo. Se les ve como una familia a la que el trabajo unió.
- ¿Cuál es la situación del teatro en la actualidad?
Existe un problema muy importante en la cultura. En la pandemia se declaró bien esencial y, por lo tanto, es un derecho de las personas. Pero se decide utilizar ese dinero en estructuras industriales privadas y eso no tiene ningún sentido. El gran problema es que no se trata la cultura como lo que es. Si lo dejas todo en manos del mercado, este apretará a quien puede, a los trabajadores, y solo permitirá acceder a las personas que disponen de medios económicos.